Las Islas de las Serpientes ¿dónde se encuentran?
Si estás pasando unos días en Alcossebre en Complejo Eurhostal seguro que te interesa saber dónde se encuentran las Islas de las Serpientes. Es una buena pregunta, porque por mucho que busquéis en el mapa, no las encontrareis. Antes, a las islas Columbretes, se las conocía como las islas de las serpientes.
Las Columbretes son cuatro islotes de origen volcánico que están situadas enfrente de la costa de Castellón. Forman uno de los espacios naturales protegidos más importantes de la Comunidad Valenciana. El conjunto de cuatro islas: la Grande, la Perrera, la Horadada y el Bergantín está situado frente al Cabo de Oropesa a 30 millas marinas de la costa. La forma de la Isla Grande, como una herradura, es característica de una gran actividad volcánica submarina. Y en la Isladel Bergatín se puede reconocer la chimenea de un volcán. Sólo está permitido visitar la Isla Grande para preservar fauna y flora de las islas.
Así que ahora que sabes dónde se encuentran las Islas de las Serpientes puedes acercarte después del desayuno al Puerto Deportivo de Alcossebre, podemos contratar una visita en barco para hacer snorkeling o bucear a través de la empresa Barracuda El puerto de Alcossebre es uno de los pocos puntos desde los que se puede salir a visitar las Islas Columbretes.
Son además un refugio importante para que aves marinas como el halcón Eleonor y el cormorán moñudo puedan anidar en ellas.
¿Por qué se llaman también las Islas de las Serpientes?
En las Islas había tantas serpientes, muchas de ellas víboras, que pusieron en peligro la vida del los trabajadores que se enviaron para construir el faro de la Isla Grande en el año 1855.
Para proteger a los trabajadores, se emprendió una drástica campaña de exterminación. Se prendió primero fuego a toda la maleza de la isla. A continuación se soltaron piaras de cerdos y multitud de gallinas para terminar con los reptiles supervivientes. La eficacia de esta campaña fue tal, que las serpientes desaparecieron totalmente y con ellas gran parte de la vegetación originaria. Hoy en día es difícil imaginarse su existencia. Sólo tenemos constacia de ella por el único ejemplar que existe de una de esas víboras en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid.
Foto: la Horadada, Manuel